Las mamas tuberosas, tubulares o constreñidas son el nombre que recibe una malformación o anomalía estética de la mama que se presenta desde la adolescencia.
Se debe a un desarrollo insuficiente de la parte inferior de la mama en la mayoría de los casos hay también cierto grado de caída y herniación de la areola. Puede ocurrir que el tejido que cubre la glándula mamaria presente una rigidez excesiva y no se expanda adecuadamente junto con el crecimiento progresivo de la glándula mamaria. Esta situación puede provocar que a medida que la glándula crece, se sienta presa en la piel que no se expande, y tenga la tendencia a herniarse y salir por el lugar con menor resistencia, que es la fina piel del pezón, pudiendo afectar a una o ambas mamas.
Las mamas tuberosas pueden ser grandes o más habitualmente pequeñas y presentan una serie de características: Areolas grandes, herniación de la glándula a través de la areola, surco submamario alto y estrecho.
Se trata de una malformación congénita aunque no es hereditaria. Es una anomalía de nacimiento que debido a sus particularidades y a que afecta a un órgano que no se desarrolla hasta la pubertad, no se puede saber si una niña lo va a padecer hasta que no inicia su vida reproductiva.
Es la más frecuente entre las anomalías o malformaciones mamarias y debido a sus características la intervención para corregirlas es una intervención distinta a la de una mama normal. En función de sus características las mamas tuberosas se clasifican en diferentes grados:
- Grado I. La falta de desarrollo se limita al cuadrante infero-interno. Generalmente la deformidad es bilateral. Son mamas grandes y caídas. La areola se encuentran desviadas hacia abajo y adentro, siendo el volumen de la mama normal o hipertrófico.
- Grado II. Se caracterizan por hipoplasia de los cuadrantes inferiores. El complejo areola-pezón está descendido y la areola suele ser extremadamente grande. En estos casos la areola está desviada hacia abajo.
- Grado III. Tiene las mismas características que la tipo II (falta de desarrollo de los cuadrantes inferiores) pero con insuficiente piel de la areola al surco submamario.
- Grado IV. Es el tipo más severo. Están afectados los 4 cuadrantes. La base mamaria esta retraída (tanto en su eje horizontal como vertical).
Actualmente el único tratamiento que existe para la mama tuberosa es el quirúrgico. Si se trata de una anomalía muy leve puede subsanarse con un implante, pero en casos más graves se procede a una remodelación glandular completa. En la mayoría de los casos, el procedimiento finaliza con la implantación de una prótesis.
Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente. La intervención se realiza bajo anestesia general. Con una duración de entre 1,5 y 2,5 horas. Dicho tratamiento puede variar dependiendo de la clasificación y de la severidad de la deformidad e incluye procedimientos como: remodelación glandular, mamoplastia, mastopexia o una combinación de ambas.
Lo fundamental es realizar un buen diagnóstico de la mama tuberosa para concretar el tipo de cirugía. Pide tu consulta gratuita para mas información al teléfono 952 82 18 11 o bien en www.clinicadrcampos.com